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“Nuestro cuerpo es el barco que nos llevará a la otra orilla del océano de la vida. Debemos cuidarlo”. – Swami Vivekananda
El artículo de hoy es un elogio hacia nuestra querida Carolina, la espirulina y más precisamente hacia una de mayores sus virtudes: el hierro. Quizás hayas notado que este oligoelemento aparecía a menudo en nuestros artículos anteriores y con razón: el hierro es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo. Todo el mundo ha oído hablar del hierro, pero… ¿qué es exactamente?, ¿cuál es su papel?, ¿por qué es tan importante para nosotros? ¡Te lo explicamos todo!
El hierro, ¿qué es?
El hierro es un oligoelemento nutriente vital para la correcta oxigenación de nuestro organismo, así como para la formación de glóbulos rojos. Es en gran medida hemínico, es decir, está asociado a la hemoglobina. Por lo tanto, permite la regeneración de células, músculos (mioglobina), enzimas…
El único problema es que la ingesta de hierro es generalmente insuficiente. De hecho, nuestro nivel de hierro disminuye regularmente. ¿La razón detrás de todo esto? Nuestro cuerpo no sintetiza hierro y es por tanto a través de nuestra alimentación que le aportamos el nivel de hierro que necesita.
Niveles de hierro en hombres, mujeres y niños
El cuerpo de un hombre adulto contiene unos 4g y el de una mujer 2,5g. En adolescentes y niños, esta tasa es aún mayor (alrededor de un 50% más). Los niveles de hierro son especialmente altos durante el crecimiento, especialmente cuando son jóvenes.
Las más afectadas por la falta de hierro son las mujeres. Nuestro ciclo menstrual desencadena una gran pérdida de hierro, de ahí que tengamos una mayor necesidad del mismo. Y esta necesidad es aún mayor cuando estamos embarazadas: ¡de 25 a 35 mg/día! Esta alta necesidad se debe al aumento del volumen sanguíneo, así como al desarrollo de los tejidos del feto y la placenta.
Después de todas estas explicaciones sobre qué es el hierro y su tasa en el organismo, es hora de preguntarse por las causas de la falta de hierro, sus síntomas y sus consecuencias. Agárrate fuerte, ¡ahí vamos!
La falta de hierro y sus consecuencias
La falta de hierro también se conoce como “deficiencia de hierro”. Son varias las razones de esta deficiencia: cansancio físico, psíquico y/o mental, falta de ingesta de hierro (especialmente entre veganos y veganas) o pérdida de hierro (en los ciclos menstruales por ejemplo). ¡Ahora vayamos al meollo del asunto!
Los síntomas
Como te acabo de decir, la falta de hierro puede tener muchas consecuencias (no muy agradables, ¡te lo contamos aquí!):
– Cansancio
– Falta de concentración
– Problemas de memoria
– Infecciones
– Dolor de cabeza
– Uñas quebradizas
– Dificultad para respirar
– Palidez
¡Y algunas más!
La deficiencia de hierro es un fenómeno que generalmente afecta más a las mujeres que a los hombres. Esto conduce a menstruaciones más intensas o mareos. Durante el embarazo, una deficiencia de hierro puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro. Esto también puede ser un problema durante el parto ya que aumenta el riesgo de sangrado e infección. Esta falta de hierro también puede repercutir en las mucosas vaginales.
Para los niños, una deficiencia de hierro puede afectar a su crecimiento e incluso a su desarrollo intelectual.
Lo has entendido bien… ¡Es mejor evitar a toda costa esta carencia! Pero el drama lamentablemente no termina aquí. La falta de hierro también puede conducir a una condición llamada anemia.
La anemia es la falta de glóbulos rojos en el cuerpo, lo que corresponde a un nivel bajo de hemoglobina. El transporte de oxígeno se interrumpe.
Hay tres tipos de anemia: la incapacidad para producir glóbulos rojos (anemia de células falciformes), la pérdida o destrucción anormal de glóbulos rojos (anemia hemolítica) o la incapacidad para crear o utilizar hemoglobina (anemia sideroblástica). Esta enfermedad no debe tomarse a la ligera porque, según la OMS, afecta al 25% de la población mundial.
Otros problemas asociados a la anemia
¡Sí! ¡Los intestinos también se ven afectados por la falta de hierro!
Cuando sufrimos deficiencia de hierro, la condición de nuestros intestinos puede agravar esta deficiencia. El colon irritable, la acidez estomacal y las alergias alimentarias son algunos de los síntomas que causan tanta dificultad en la absorción de hierro.
Elementos como las sales de hierro combinados con vitamina C sintética favorecen el estrés oxidativo. Esto puede conducir a trastornos digestivos.
En resumen, ¡la falta de hierro no es beneficiosa para nadie!
Después de traumatizarte con todo esto (te pido disculpas), ya es hora de tranquilizarte. Porque, eso sí, hay muchas soluciones contra todo esto. ¡Y una de ellas es la espirulina!
La espirulina y el hierro
La espirulina es una excelente fuente de hierro que es fácilmente asimilable por los humanos. ¡Por 100g de espirulina, hay 30g de hierro! Para darte un ejemplo más revelador, 3g de espirulina corresponden a 70g de carne roja (hierro crudo).
La asimilación de la espirulina se estima en un 40%, o 6,5 veces más que la de la carne de vacuno. Ten en cuenta que la asimilación del hierro de la espirulina es muy sensible a su entorno de consumo. Para que se absorba bien, lo mejor es mezclar la espirulina con la vitamina C (por ejemplo en batidos, zumos, etc.). Debes saber que tomar espirulina combinada con vitamina C puede aumentar la absorción de hierro hasta en un 75%, ¡un punto a tener muy en cuenta!
Puede que algunas personas no sientan todos los beneficios porque consumen espirulina con productos que reducen la absorción de hierro (té, café, vino, productos lácteos, cereales integrales). Esto significa que hay que evitar mezclar espirulina con estos productos o, mejor aún, limitar el consumo de estos productos para obtener mejores resultados.
Para las personas que sufren de anemia, lo ideal sería tomar espirulina durante un mes. Toma 3g después de cada comida y el problema desaparecerá. Sin embargo, en caso de agravamiento de la anemia, debes consultar con tu médico a toda costa.
Para mujeres y niños, también es posible seguir una cura de espirulina para luchar contra los problemas mencionados anteriormente.
Las mujeres pueden iniciar la cura durante la menstruación o en caso de deficiencia. Para las mujeres embarazadas, recomendamos que comiencen lo antes posible (incluso en el momento de la concepción) para que su cuerpo se acostumbre a la espirulina. Si quieres saber más sobre la espirulina durante el embarazo, ¡echa un vistazo a nuestro artículo la espirulina y el embarazo!
No dudes en consultar a un especialista para ampliar la información así como para realizar un seguimiento personalizado.
Con respecto a los niños, asegúrate de controlar las dosis:
- entre 1 y 9 años: 10 mg
- entre 10 a 12 años: 12 mg
- adolescentes de 13 a 19 años: 15 mg
¡La espirulina es, por lo tanto, una excelente manera de luchar contra tus problemas de falta de hierro! En Vegalia, olvidamos ese problema rápidamente gracias a Carolina, nuestra espirulina. ¿Y tú? ¿Alguna vez has probado la espirulina para tratar la falta de hierro? Comparte tus experiencias con nosotros en los comentarios.
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